Querida Procrastinación…
Sé que sos una total construcción de mis emociones y pensamientos.
Aunque por bastante tiempo he odiado el término “síndrome del impostor”, creo que partís de ese concepto para hacer tus atrocidades.
Una parte de vos tiene miedo. Tiene miedo a fallar. Convencés a todo mi cuerpo de no hacer el esfuerzo con tal de no exponerte a la posibilidad de fracaso.
Lo entiendo. Es ego. ¿Cómo voy a querer sentir que no lo sé todo? A la parte de mí que se cree Da Vinci no le va a gustar.
Te escribo para decirte que no todo es odio. Te tengo cariño. Hay una parte de vos que tiene por finalidad hacer que me enfoque únicamente en aquello que realmente me encanta. Gracias por eso.
Pero en el proceso de hacer únicamente aquello que me encanta, hay cosas que van a ser aburridas. ¿Cómo podemos trabajar en conjunto?
Te prometo darte tu lugar. Pero en el libro Indistractable entendí que “el tiempo perdido que planeaste perder, no se perdió”. Lo planearé para que pasemos tiempo juntos.
Te prometo ver los videos inútiles que queremos ver. Solo Echame la mano con las tareas que tenemos que hacer.
Pero bueno, me despido.
Hay tareas por hacer.
-Con cariño, Jose.
Deja una respuesta